Uncharted: El Tesoro de Drake aprovecha al máximo las posibilidades de PS3 y promete impresionar a los jugadores con personajes y entornos increíblemente realistas. Siguiendo con su legado de historias... Ver más
Uncharted: El Tesoro de Drake aprovecha al máximo las posibilidades de PS3 y promete impresionar a los jugadores con personajes y entornos increíblemente realistas. Siguiendo con su legado de historias extraordinarias, Naughty Dog ha creado una compleja trama que mantendrá en vilo a los jugadores en todo momento.
Uncharted: El Tesoro de Drake lleva a los jugadores a un mundo lleno de realismo y giros inesperados. Nathan Drake, un héroe inseguro similar a los de las películas de aventuras, muestra una humanidad y un realismo nunca vistos en un videojuego gracias a los avances de la tecnología PS3.
Descubre pistas y desvela misterios para encontrar una isla olvidada y un tesoro cuya existencia siempre estuvo en duda. Las avanzadas técnicas de animación permiten a Nathan encadenar movimientos de forma natural y adquirir así un nuevo nivel de realismo en los videojuegos.
Explora lugares exóticos y atraviesa selvas vivientes y espectaculares ruinas con 400 años de antigüedad.
El cazador de tesoros Nathan Drake vuelve en Uncharted 2: El Reino de los Ladrones, un impresionante juego de acción y aventura en tercera persona creado por el galardonado desarrollador Naughty Dog en exclusiva para Playstation 3. Venido a menos, Drake se vuelve a sentir atraído por el traicionero mundo de los ladrones y los cazadores de tesoros a sueldo que había intentado olvidar. Cuando un misterioso artefacto sumerge a Drake en una expedición para encontrar el legendario valle de Shambhala, en el Himalaya, se ve envuelto en un peligroso juego del gato y el ratón contra un criminal de guerra huido, que está detrás de algo más que las míticas riquezas de la ciudad perdida. Atrapado en una red de decepción y sumergido en una persecución cada vez más mortífera, que pondrá a prueba los límites de su resistencia, Drake se verá obligado a arriesgarlo todo; ¿pero, finalmente se le habrá acabado la suerte?